FCL Día 3: “El Archivo Bastardo”, “Reinas” y los daddy issues
En nuestro tercer día de cobertura del Festival de Cine de Lima PUCP, viajamos desde “Norte”, “La Bronca”, “Larga Distancia” y más recientemente “La Erección de Toribio Bardelli” y “Cielo Abierto”, parece ser que los daddy issues son algo a lo que cada cineasta peruano se tiene que enfrentar en algún momento dentro de su obra. Hoy presentamos dos películas que, a través de enfoques opuestos, regresan a los años de crisis y violencia que vivió el Perú, buscando reconectar con la figura paterna desde una posición de privilegio.
A continuación, mis pensamientos de ‘El Archivo Bastardo’ y ‘Reinas’, dos películas peruanas que, entre sus altas y bajas, definitivamente valen la pena.
El Archivo Bastardo
La vida misma que me ha permitido repensar la inevitabilidad de repetir los ciclos determinados por nuestra ascendencia en “Historias de Shipibos” como la ausencia de la figura paterna propuesta por Huanchaco en “La Chucha Perdida de los Incas” que refuerza la inestabilidad de un país mendigo con un sentido de identidad deteriorado. Pero “El Archivo Bastardo” de Marianela Vega nos habla de una figura paternal presente que con el paso de los años se fue diluyendo. En este documental, su directora explora los archivos familiares registrados por su padre treinta años en el pasado, una fantasía a la que solo se puede volver a través de viejas home movies. Las inquietantes preguntas no tardan en aparecer.
“¿Cómo pasamos del apoyo incondicional a la indiferencia absoluta?” “¿Qué nos alejó en primer lugar?”. Lo duro de crecer, o envejecer, es que empezamos a entender a estas idealizadas figuras de nuestra infancia, pero el peso de su ausencia no conoce la sanación. Marianela no es Jano Burmester y gracias a Dios no la tenemos balbuceando repetidas veces en todo el material, sus intervenciones se sienten fantasmales, como si no quisiera que notemos el nudo en su garganta, y es reemplazado por texto encima de sus imágenes que, gracias a Dios de nuevo, no subraya los temas ni los dilata.
Con la duración de sesenta minutos a su favor, Marianela nos hace cómplices de un drama contenido pero lo suficientemente arrollador y personal como para dejar sollozando a media sala azul. La joven Marianela, cansada de que su padre la filmara, le pide que la deje tranquila, y es la directora, Marianela del presente, quien mira este recuerdo con todo el dolor del mundo. La fantasía creada por su padre a través de una videocámara parece perdida, entre tanto material viejo, un archivo bastardo que solo la nueva mirada de Marianela, que actualmente solo puede ver con un ojo, es capaz de recuperar por un instante.
Los minutos finales de “El Archivo Bastardo” nos transportan a la actualidad. Padre e hija, jardinero y mujer, se encuentran distanciados por los azares del destino y las heridas pasadas, pero encuentran una conexión mediante telecomunicación. Marianela con su cámara y su padre mediante videos de WhatsApp. Al archivo recuperado se le suma el hoy por hoy de dos personas solitarias a los que el tiempo les ha pasado por encima, dos personas a las que su relación no volverá a ser la misma por más fantasías fabricadas, pero reconciliar el pasado resulta necesario para entendernos a nosotros mismos lo suficiente para que podamos vivir en paz y seguir adelante.
Calificación final: 
Ficha Técnica:
País: Perú
Dirección: Marianela Vega Oroza
Idioma Original: Español
Guion: Marianela Vega Oroza, Sofía Velázquez Núnez
Fotografía: Marianela Vega Oroza, Raúl Vega
Edición: Sofía Velázquez Núnez
Sonido: Mirella Bellido C.
Música: Jorge Pablo Tantavilca
Producción: Isabel Madueño Medina
Sección: Competencia Latinoamericana Documental
Reinas
Entre todas las películas peruanas presentadas en esta edición del festival, “Reinas” de Klaudia Reynicke destaca como la más anticipada. Y no es para menos considerando que desde el mes de enero estuvo cosechando una recepción mayoritariamente positiva tras su paso por el Festival de Sundance y ganando el Gran Premio del Jurado en la sección Generation Kplus de la Berlinale. Aquí seguimos la historia de dos hermanas limeñas en los años 90, quienes se preparan para emigrar a Estados Unidos junto con su madre en busca de un mejor futuro. En ese contexto, su padre ausente, Carlos, reaparece con la intención de reconectar con sus hijas antes de su partida.
La primera escena de la película rinde homenaje a la célebre “Metal y Melancolía” de Heddy Honigmann, mostrando a Carlos trabajando como taxista mientras conversa con un pasajero. Durante la charla, afirma ser un actor que ha aparecido en algunas películas producidas por Roger Corman en Perú, mencionando títulos como “Ultra Warrior” o “Misión en los Andes”. Ya sea que lo que Carlos relata sea verdad o no, la escena te deja entrever que es un personaje con la seguridad suficiente para convencerte de cualquier cosa. Esto continúa más adelante cuando se presenta tarde en la casa de su exmujer, con la que lleva una buena relación, narrando que temprano esa mañana estuvo a punto de morir a causa de una bomba que estalló muy cerca de donde él andaba, e incluso mostrándole a su menor hija, Lucia, una cicatriz en el brazo de la que asegura fue en una pelea con un cocodrilo.
Todos reciben sus historias con cierta desconfianza, ya que, como menciona su exsuegra, Carlos es visto como un “miserable bueno para nada”. Sin embargo, el carisma de su personaje, junto con la destacada actuación de Gonzalo Molina, hace que Carlos resulte bastante simpático. A pesar de su ausencia, su personaje demuestra un evidente amor por sus hijas, lo cual se evidencia cuando va a recogerlas para llevarlas a la playa, tal como les había prometido días antes.
“Reinas” sobresale al estar presentada desde el punto de vista de las chicas. Sin importar la diferencia de edad entre las dos hermanas, hay una mirada ingenua hacia esos años en los que no se dimensionaba el peso de las palabras de un padre y su esfuerzo por generar en ellas una figura masculina que está por encima de lo que dicen de él, como es dicho por Carlos más adelante, es alguien “con los pies en la tierra y con los ojos mirando al cielo”. Reynicke logra con éxito trasladar su mirada nostálgica y aunque no necesite de Hombres G para hacerlo, su ópera prima es bastante correcta a nivel actoral (elenco de caras conocidas y allegados) y estético.
Sin ser demasiado obstructor, en el transcurso de la película nos encontramos con inquietudes y subtramas a medio cocinar. Aurora, la hermana adolescente, aporta algo a esto con su historia de amor con un surfista pelucón, que sigue el patrón típico y predecible de una subtrama adolescente. Aunque esta relación pretende darle mayor profundidad a su personaje, dicha profundidad se pierde en el caótico acto final de la película. Sin ánimos de arruinar la película para quienes no la han visto, digamos que el torpe clímax de “Reinas” evoca la famosa escena en “Euphoria” (Temporada 2, Episodio 5) en la que Zendaya revela la traición del personaje de Sydney Sweeney hacia el de Alexa Demie.
Todo lo que sigue a este momento es una caída en picada. Aunque al inicio de la película era Aurora quien se burlaba de su hermana menor, Lucía, por creer en las historias de su padre, al final resulta ser ella la más ingenua. Tristemente, la película muestra algunos de los defectos típicos de una ópera prima, y fuerza a las protagonistas a tomar decisiones poco inteligentes solo para que el guion pueda subrayar que, a pesar de los privilegios, es consciente de los problemas que enfrentaba el país en ese entonces.
Los momentos finales de “Reinas” contrastan fuertemente con la fantasía que domina el resto de la película. Aunque este contraste pudo haber funcionado bien, se siente gratuito y forzado, desviándose del curso natural de la historia. Me hace un poco de ruido que se critique mucho a “Raíz” (película peruana en competencia ficción, también premiada en Berlinale) por esto mismo cuando acá hay una mayor obviedad al querer demostrar dos rayitas de consciencia.
Calificación final:
Ficha Técnica:
País: Perú, Suiza, España
Dirección: Klaudia Reynicke
Idioma Original: Español
Guion: Klaudia Reynicke, Diego Vega
Fotografía: Diego Romero Suárez Llanos
Edición: Paola Freddi, Francesco De Matteis
Sonido: Carlos Ibáñez Díaz, Federico Disandro
Música: Klaudia Reynicke, Gioacchino Balistreri
Producción: Daniel Vega, Diego Vega, Britta Rindelaub, Thomas Reichlin, Valérie Delpierre
Intérpretes: Abril Gjurinovic, Luana Vega, Gonzalo Molina, Jimena Lindo, Susi Sánchez
Sección: Competencia Latinoamericana Ficción
“Mientras el Perú estaba en crisis, nosotros vivíamos una fantasía” y es esa fantasía lo que conduce a ambas cineastas a recordar, cómo cuestionar, la relación con un padre que nunca volvió a ser la misma. Marianela Vega y Klaudia Reynicke actualmente residen lejos del país que las vio nacer. Aunque dejaron atrás todo, las imágenes manejando la carcocha de papá o haciendo películas caseras con este en el patio trasero parecen seguir persiguiéndolas hasta el día de hoy. Dejaron la fantasía atrás, pero en ellas resuenan las heridas abiertas tras una partida, un adiós, un tiempo al que solo el cine les permite regresar. Por más que lo intenten, tal vez nunca comprendamos del todo a esa figura que, en aquellos días, parecía capaz de bajar el cielo para sacarnos una sonrisa.
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