‘The Marvels’ Review: Entretenida pero intrascendente
Hace apenas dos semanas, el universo cinematográfico de Marvel nos presentaba su ultimo traspié, “The Marvels“. En esta nueva entrega, seguimos los pasos de Capitana Marvel mientras se enfrenta a la amenaza emergente de Darr-Benn y las dificultades de hacer equipo cuando eres un lobo solitario. En nuestra review, exploraremos cómo esta película ha dejado su huella en la audiencia después de dos semanas en cartelera. ¿Logra continuar el éxito de Loki o solo se suma a todos los fracasos de la fase 4 y 5?
The Marvels es dirigida por Nia DaCosta, quien coescribió el guion con Megan McDonnell y Elissa Karasik. Está protagonizada por Brie Larson como Carol Danvers, Teyonah Parris como Monica Rambeau y Iman Vellani como Kamala Khan, junto a Zawe Ashton, Park Seo-joon, y Samuel L. Jackson. Kevin Feige es el productor. Laura Karpman regresa a Marvel por tercer año consecutivo para encargarse de la banda sonora.
Ms. Marvel, ¿La comodín de Feige para el éxito?
No es un secreto que uno de los puntos más débiles de las películas de Marvel es el humor. Desde los cimientos de este universo se le ha criticado la intención y el uso de este en gran parte de las producciones y vaya que no se le puede defender después de ver cosas como lo de Thor: Love and Thunder, Ant-Man and the Wasp: Quantumania, She-Hulk: Attorney at Law, etc. Con The Marvels la cosa funciona, dada la dinamica del trío protagonista. Tal cual como todo en la vida, hay bromas que funcionan y otras que no, pero que sin duda es una mejoría a lo visto en algunas de las producciones mencionadas anteriormente.
Ahora, el punto más alto de la película es Kamala Khan, o Ms. Marvel para la bandita superheróica. Su personaje no solo es divertido, sino que conserva la escencia vista en su serie del año pasado y otorga es vibra de frescura que bien le hace falta a Capitana Marvel, luego de lo visto en su anterior película y su breve paseo en Avengers: Endgame. Su admiración por Carol Danvers no se siente forzada en exceso y esa vibra de estira y afloja entre las dos funciona, aunque no llegue a ser tan interesante como lo hubieramos pensado.
Adicionalmente, la familia Khan es una joya. Desde ayudar en una pelea importante hasta ser el alivio cómico en muchas situaciones. Todo lo que involucra a Kamala y a los Khan, es cine, definitivamente. Desafortunadamente, esto no es suficiente para salvar la película, y tampoco se les da el tiempo adecuado en pantalla. Los pocos conflictos que se presentan no tienen importancia.
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La Capitana Marvel ha enfrentado una aversión por parte de los fanáticos que se gestó incluso antes del estreno de su primera película. Fue etiquetada como “egocéntrica”, “arrogante” y se le endilgaron adjetivos que fácilmente podrían describir a otros personajes del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), aunque evitaremos entrar en detalles específicos. En cierto sentido, su representación resultaba un tanto peculiar: un personaje prácticamente perfecto, sin fisuras, capaz de enfrentar cualquier desafío en solitario. Este enfoque generó la desconexión con el público, ya que la falta de vulnerabilidades hizo que resultara difícil empatizar con ella.
Aquí entra el verdadero dilema: la ejecución. Esta película tenía el potencial de funcionar, incluso de ser excepcional. Ya es entretenida y el humor se siente menos forzado, entonces, ¿dónde radica el problema? La sensación es que la película fue recortada de manera drástica. Resulta evidente que se eliminaron escenas que podrían haber contribuido significativamente a mejorar la calidad general de la película.
El problema no termina ahí. La villana es simplemente… insatisfactoria, no en el sentido de ser malvada, sino en el de resultar poco convincente. No logra imponerse, una característica compartida con muchos villanos recientes de Marvel. Aunque sus motivaciones son comprensibles y generan cierta empatía, ese es el límite.
Adicionalmente, el guión se queda corto en cuanto a explicaciones. A lo largo de la película, suceden eventos graves que carecen de consecuencias tangibles. La falta de claridad en la narrativa deja más interrogantes que respuestas y, lamentablemente, se suma a la tendencia de contradicciones en el UCM en relación con el Multiverso, algo que también se ha observado en proyectos recientes.
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¿MARVEL ESTÁ EN PROBLEMAS?
Es evidente que las recientes películas y series del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) enfrentan desafíos sustanciales a nivel creativo y narrativo. Las tramas parecen contradecirse entre sí, sin contribuir de manera significativa a la construcción coherente del universo. La introducción de personajes y conflictos carece de relevancia a largo plazo, y los personajes en sí están mal desarrollados. Los guiones, en lugar de transmitir emociones y generar conexión con los espectadores, dan la impresión de haber sido elaborados por alguien inexperto, dejando indiferente al público ante el destino de los personajes.
Puedo reconocer que esta película no alcanza la categoría de buena; su entretenimiento es limitado. Sin embargo, resulta innegable que enfrenta una serie de obstáculos significativos. La presencia de una horda de fanáticos tóxicos que desde el principio repudian a las protagonistas, sin siquiera haber visto la película, solo añade combustible al fuego. Sumado a esto, el guión y la trama deficientemente construidos no hacen más que otorgar argumentos a aquellos que buscan boicotear la cinta a toda costa.
Es lamentable que, ante la preexistente aversión que rodea a la película, Marvel no haya hecho un esfuerzo más decidido para elevar su calidad. Esta película parece destinada a unirse a la extensa lista de fracasos creativos de Marvel, lo que resulta desafortunado para una franquicia que ha sido, en su mayoría, una fuente de éxitos cinematográficos.
Calificación final:
The Marvels aún se encuentra disponible en cines.