‘Anora’ (BFI London Film Festival) – El costo de la percepción
Tras ganar la palma de oro en el pasado Festival de Cine de Cannes, “Anora”, la nueva película del cineasta estadounidense, Sean Baker, inicio su camino rumbo al éxito pasando por varios de los festivales más reconocidos a lo largo y ancho del mundo y posicionando a su protagonista, Mikey Madison, rumbo a su primera nominación a los Premios Oscars en 2025. “Anora”, es una experiencia electrizante e impredecible que constantemente encuentra nuevas formas de entretener, hacer reír al público y aumentar la tensión, todo mientras explora una premisa sencilla pero emocionalmente compleja. Sin embargo, algunos problemas impiden que sea completamente satisfactoria.
La película está protagonizada por Mikey Madison, Mark Eidelstein, Yura Borísov, Karrén Karagulián, Vache Tovmasyán, Ivy Wolk, Luna Sofía Miranda, Alena Gurévich, Alekséi Serebriakov, Daria Yekamásova. Alex Coco y Samantha Quan producen junto a Sean Baker, quien también escribe y dirige. “Anora” sigue la aventura de una joven prostituta de Brooklyn, quien tiene la oportunidad de vivir su cuento de hadas, cuando se casa impulsivamente con el hijo de un oligarca ruso. La historia da un giro de 180°, cuando la noticia llega a Rusia y los padres del joven ruso van a Nueva York para intentar conseguir la anulación del matrimonio.
La historia se sumerge rápidamente en la relación de Anora con Iván, pero hubiera sido interesante ver más de Anora antes de que se conocieran. Aunque tiene sentido que, en su posición, si un hombre aparece ofreciéndote dinero y te propone ser su “horny girlfriend” por una semana, aceptes la oferta, habría sido interesante ver más de la individualidad de Ani y explorar las circunstancias que la llevaron a necesitar el dinero. Al principio de la película, parece que le va bien, por lo que quizás un contraste más evidente habría sido más efectivo.
Iván, por su parte, es un personaje unidimensional, aunque por un momento se juega con la expectativa de que podría no serlo. Sin embargo, la historia maneja bien esta expectativa antes de revelar que realmente no hay mucha profundidad en su personaje, lo cual no es necesariamente negativo, ya que es lo que él representa.
En el segundo acto, hay una emocionante persecución para encontrar a Iván, acompañada de algunas de las escenas más divertidas del año. La trama también explora nuevas subtramas que involucran a la familia de Iván y, lo más importante, la gradual realización de Ani sobre su futuro y las constantes etiquetas que la sociedad le impone.
El ritmo de la película es excelente, pero el guion alcanza su momento más tenso treinta minutos antes de que termine. A partir de ahí, se desmorona y se alarga de manera frustrante, haciendo que la experiencia se vuelva pesada. El clímax anterior fue tan bien construido que resultaba imposible superarlo. Los últimos minutos se centran más en el desarrollo de los personajes, y el final captura perfectamente la realización de Ani de que siempre será percibida según los juicios y etiquetas de los demás, lo que le resulta difícil de eludir. Sin embargo, la preparación para esta escena podría haber sido menos tediosa. Algunas escenas al final del guion se prolongan más de lo necesario y acaban con el notable impulso que la historia había construido hasta ese punto.
Calificación final: 
“Anora” se estreno el pasado Festival de Cine de Cannes, ganando la Palma de Oro. Llegará a México el próximo año, cortesía de Universal Pictures México.
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