‘Gran Turismo’ Review – Sueños a Toda Velocidad en la Gran Pantalla.
Esta semana llega a los cines del país “Gran Turismo: De Jugador a Corredor“, la nueva película de Sony Pictures, basada en la historia real de Jann Mardenborough, un piloto de carreras profesional que en 2011 derrotó a 90.000 competidores en GT Academy para convertirse en el tercer y más joven ganador de la competencia.
La película está dirigida por Neill Blomkamp, con guion coescrito por Jason Hall y Zach Baylin. El elenco está encabezado por Archie Madekwe, David Harbour y Orlando Bloom, con Darren Barnet, Djimon Hounsou, Geri Halliwell, Daniel Puig, Josha Stradowski y Thomas Kretschmann en papeles secundarios. La banda sonora está a cargo de Lorne Balfe, y Christian Wagner es el director de fotografía. Los productores son Asad Qizilbash, Carter Swan, Doug Belgrad y Dana Brunetti.
LAS CARRERAS LO SON TODO
La película nos narra cómo varios jugadores de Gran Turismo llegan a la GT Academy después de una competencia mundial del simulador de carreras, con el propósito de ganar la oportunidad de convertirse en pilotos de carreras profesionales. El protagonista, Jann Mardenborough, ha estado jugando durante años y, a pesar de que a su familia no le guste, él aspira a convertirse en piloto profesional.
La historia de Jann en la película resulta muy inspiradora. Para aquellas personas que alguna vez hayan tenido un sueño tan grande que no estén seguras de si podrán cumplirlo, esta película puede llegar a conmoverlas. Las escenas en las que se muestra el trasfondo de Jann y cómo lucha durante meses para lograr cumplir su sueño resultan sumamente efectivas.
Aunque al principio pueda parecer una idea descabellada que jugadores de Gran Turismo puedan competir en carreras profesionales de verdad, a medida que avanza la historia y se expone la preparación y el entrenamiento al que son sometidos los jugadores, todo comienza a tener sentido. El hecho de que esta sea una historia real hace que el mensaje de trabajar arduamente hasta cumplir los propios sueños adquiera mayor profundidad y poder.
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LAS CARRERAS LO SON TODO
Como se podía anticipar, el aspecto más cautivador de la película son las emocionantes carreras. Estas escenas, combinadas con la conmovedora historia del protagonista, te mantienen en vilo en cada escena de competición. A través de la introducción de Mardenborough, se revela su historia, sus motivaciones, sus sueños y el arduo trabajo que le demanda llegar a ese punto. No es simplemente el deseo de que gane, sino una necesidad profunda de su victoria. Se anhela verlo superar a los personajes molestos que obstruyen su camino. La adrenalina que se experimenta es sencillamente asombrosa.
A pesar de su efectividad, las escenas de carreras presentan ciertas deficiencias en su edición. En algunos momentos, parece que los responsables detrás de la película no lograron decidirse entre presentar las carreras de manera realista o seguir el estilo del simulador Gran Turismo. Esta mezcla dispareja no logra encajar del todo. Los ángulos de cámara seleccionados no son los más adecuados; si encuentras disfrute en esta parte, se debe más a la historia y al deseo de ver triunfar a Mardenborough que a la calidad de la edición o de la escena en sí misma.
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ESPECTACULAR PERO NO PERFECTA
Lamentablemente, la película no alcanza la perfección que uno podría esperar. Se ve afectada por varios problemas, incluyendo cuestiones de edición que son evidentes a lo largo de la película. La historia avanza a un ritmo vertiginoso, a veces sin dar suficiente espacio para que los acontecimientos se desarrollen de manera satisfactoria. Además, en ciertas partes del filme, el uso del CGI es notoriamente llamativo. Aunque en algunas ocasiones logra proporcionar la sensación envolvente de estar inmerso en un simulador de conducción real, existen segmentos en los que su ejecución no alcanza los estándares deseados.
El inicio de la película se presenta con una precipitación que puede resultar desconcertante para el espectador. Se introduce a un personaje sin profundizar lo suficiente en su trasfondo, para después apartarlo de la trama. La narración avanza abruptamente, introduciendo a nuevos personajes y planteando una idea que a primera vista podría parecer incluso poco viable. Este desenfreno en la progresión argumental impide que el público se involucre plenamente con la historia. No es hasta que nos adentramos en la etapa de entrenamiento y las carreras que finalmente empezamos a despertar un interés genuino por los sucesos que se desarrollan en la pantalla.
El desenlace de la película es, en palabras sencillas, extraño. Aunque en cierta medida resulta satisfactorio, persiste una sensación de que le falta algo esencial para cerrar la trama de manera completa. Quizás, en el primer visionado, esta sensación sea menos evidente debido a la oleada de adrenalina que provoca. También podría estar influenciada por la falta de familiaridad con la historia real en la que se basa la película. Sin embargo, con el tiempo, empiezan a hacerse más notorios los errores y las lagunas presentes en la narrativa. La película posee ese poder de emocionar y mantener al espectador al borde del asiento en múltiples ocasiones, pero es posible que su atractivo disminuya con repeticiones, ya que sus deficiencias se vuelven más evidentes.
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EL PROBLEMA DE LAS BIOPICS
Llega la parte “polémica“. La película es una biopic, o algo similar. No se trata de una historia de origen en sí misma. Nos presentan a un Jann ya en sus 20 años. Todo comienza de manera abrupta. Incluso la secuencia inicial resulta anticlimática, ya que parece un anuncio televisivo que busca promocionar Gran Turismo. No se nos revelan las verdaderas motivaciones de Mardenborough para aspirar a ser piloto. Solo sabemos que juega, que posee una foto junto a un auto de carreras real y ya.
Y bien, aquí surge un problema recurrente en muchas biopics: la alteración de hechos importantes de la vida real al traspasarlos a la ficción. ¿Es esto realmente un asunto relevante? ¿No podrían hacerlo correctamente, cierto?
Pues, efectivamente, lograron hacerlo. Porque, sin la intención de revelar detalles, reordenaron algunos eventos IMPORTANTÍSIMOS en la vida de Jann Mardenborough y no precisamente para salvaguardar a los involucrados. Lo llevaron a cabo con la finalidad de otorgar mayor énfasis a un determinado giro en la trama, propiciar una evolución más marcada en el protagonista y sumarle un trauma que deberá superar para concretar su sueño. La situación resulta sencillamente lamentable.
Finalmente, Gran Turismo es una película asombrosa, no tanto por su guión sobresaliente ni por ser una obra cinematográfica perfecta, sino principalmente por su habilidad para despertar tu interés en un personaje y hacer que verdaderamente anheles verlo lograr su sueño. Te mantiene al borde del asiento, incluso si conoces el desenlace; la intriga no disminuye. Es entretenida, divertida, repleta de escenas impactantes y momentos emotivos, aunque no pueda ser considerada una joya del cine. Pasará sin llamar mucho la atención y, posiblemente, sea recordada más por las controversias que por su historia.
Calificación final: 
Gran Turismo llega a los cines de México y de varios países el 24 de agosto.
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