'Stress Positions' (Sundance 2024) – Reseña: enredos pandémicos

Los primeros meses de la cuarentena del 2020 son el escenario para esta comedia de enredos en donde un hombre, cuya vida se cae a pedazos, intenta mantenerse a flote con la excusa de cuidar a su joven sobrino enyesado con la ayuda de una amiga egoísta y la extraña inquilina del piso superior.

Terry (John Early, Search Party, 2016-actualidad) está inmerso en la paranoia propia del inicio de la pandemia, exige el uso de mascarillas faciales y blande su frasco de aerosol desinfectante a la menor provocación. Abandonado por su marido que huyó a Europa con un nuevo (y más joven) amante, Terry es un hombre desdichado que paternalmente decide abocarse al cuidado de Bahlul (Qaher Harnash), su sobrino con el que nunca ha tenido nada que ver. Su aislamiento físico refleja su aislamiento mental y emocional, no quiere saber nada de nadie y la coyuntura es perfecta para sus fines. Karla (Theda Hammel), única amiga de Terry, es la única que acude en su ayuda cuando la torpeza de aquel le ocasiona lesión tras lesión. Su desparpajo, actitud pesada y egoísmo la colocan como una neoyorquina típica, quien además no tolera a su esposa, quien plagió su vida para escribir una novela exitosa.

Los enredos, malentendidos y suposiciones acechan a este trío que persiste en perfecta ignorancia prototípicamente estadounidense y sus intereses abarcan el pedir comida a domicilio, seducir a los repartidores, discutir sobre el Medio Oriente (a pesar de que no saben dónde se ubica) y hablar mal sobre los no presentes. El potencial para una comedia de enredos está allí. Algunos gags son hilarantes y la cacofonía resultante del choque de un personaje al borde de la histeria y otro con perpetuo desdén por la vida produce momentos catárticos, pero Stress Positions reniega de ser una simple comedia de este tipo, en lugar adentrándose en la psique del personaje de Bahlul, cuyos monólogos internos suenan como voz en off durante buena parte del largometraje.

Este aspecto, perteneciente a una película distinta, produce momentos interesantes de autorreflexión, pero chocan con el resto del material. La sensación que deja es de confusión generalizada, sobreestimulación y continua distracción. Por ejemplo, es el personaje de Karla quien comienza la película como la voz en off. El contraste entre ambas vertientes es demasiado obvio como para ignorarse. Sí, se puede concebir la búsqueda interna de Bahlul como una extensión de aquello que aqueja a Terry (una crisis de identidad), pero el tono de su monólogo es onírico y memorístico mientras que el filme es más parecido a un enredo molieresco estelarizado por homosexuales nihilistas (muy en la vena de la muy aclamada Rotting in the Sun de Sebastián Silva, 2023).

Adicionalmente, el trabajo de cámara es demasiado nervioso, con cortes innecesarios y movimiento tembloroso excesivo, enturbiando la comedia física de John Early y demás. En suma, Stress Positions es un experimento que no termina de cuajar ni de conciliar sus contradicciones. Aun así, el trabajo de Hammel parece promisorio si tan solo por la comedia catártica que abunda – pero no domina – Stress Positions.