‘Cónclave’ – Los secretos oscuros de los cardenales
Parece ser que cada vez queda más claro que toda elección se trata de elegir al “menos peor”, y en la Iglesia Católica esto no es la excepción. ‘Cónclave’ comienza inmediatamente con la muerte del papa y no pierde tiempo antes de mostrar cómo se moviliza todo el aparato de sucesión papal y, con él, las ambiciones de los aspirantes. Así, recae en el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), un hombre en medio de una crisis de fe, la responsabilidad de supervisar y salvaguardar la santidad del proceso para elegir al nuevo papa.
No obstante, una serie de sospechas, misterios y conspiraciones para la elección del próximo papa lo obligarán a traicionar el principio más básico de su labor. Si hay una aparente conspiración y algunos miembros están ocultando información que solo personas ajenas al colegio de cardenales pueden confirmar, ¿no es contradictorio tanto no hacer nada, respetando el principio más básico del cónclave, como violar ese principio para investigar con el fin de salvaguardar la integridad de la elección? “Haz lo que quieras, de todos modos te van a criticar”, dicen por ahí.
El término “cónclave” proviene de la idea de estar “bajo llave”. Hasta que no se elija a un nuevo papa —por una mayoría de dos tercios de los votos—, los cardenales participantes no pueden tener contacto con el mundo exterior, con el objetivo de evitar que sus decisiones sean influenciadas por factores externos. De garantizar esto, entre otras cosas, se encarga el decano Lawrence.
Conformado por Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rossellini, Lucian Msamati, Carlos Diehz y Sergio Castellitto, entre otros, la sólida interpretación del elenco es la principal fortaleza de ‘Cónclave’. Aunque la premisa no es particularmente convulsa ni profunda, los intercambios entre los miembros del elenco son suficientemente entretenidos y matizados. Todos los personajes son, presuntamente, hombres de fe que intentan–a pesar de su humanidad que los orilla a pecar–presentarse como la mejor alternativa para llevar a la Iglesia Católica hacia donde ellos consideran que debe ir: hacia un futuro profundamente conservador, encabezado por, eso sí, el primer papa negro; hacia un futuro liberal, de una aproximación de “sentido común” hacia temas como el matrimonio homosexual y el divorcio, o de regreso a un pasado de tradición, con misas en latín, encabezado por un papa que aparentemente no tiene más fallas que vapear en interiores.
Ralph Fiennes, como el protagonista, es impecable. Logra retratar con sutileza a un hombre en crisis, atrapado en una profunda duda sobre el futuro, mientras equilibra la frustración y la ridiculez de las contradicciones inherentes a su posición. Por un lado, los cardenales deben imponer su visión del catolicismo; por otro, tienen que aparentar modestia, ya que hacer campaña abiertamente por el puesto de papa sería mal visto.
A pesar de no ser una película particularmente larga y de tener a un amplio elenco que interpreta a personajes interesantes, cada segundo que uno aparece en la pantalla, por minúsculo que el personaje parezca; como el cardenal Benitez (Diehz) o la hermana Agnes (Rossellini) deja a la audiencia queriendo más y proporcionan un equilibrio serio y solemne a las riñas en el colegio de cardenales. Particularmente, Fiennes, Tucci, Castellitto y Brían F. O’Byrne, quien interpreta al asistente de Lawrence, comprende bien el arte de transitar entre el drama y la comedia sin aparente esfuerzo alguno.
El problema principal que yo tuve al ver ‘Cónclave’ fue lo oscura que se veía la fotografía. Es posible que haya sido un problema de proyección, pues la película tuvo que ser pausada en un par de ocasiones para ajustar la imagen; sin embargo, aun después de que fuera presuntamente corregida, en la mayoría de las escenas que ocurren en interiores resultaba casi imposible ver los rostros de los actores. También, a pesar de que el color rojo tiene una presencia importante a lo largo de la película, el contraste con los tonos grises no se podía apreciar. Pudiera ser, repito, un problema de la proyección que a mí me tocó, así que espero que no sea así la norma.
Aunque el resultado de la votación no será una sorpresa para la mayoría, ‘Cónclave’ ofrece uno de los finales más divertidos y sorprendentes de esta temporada. No pude evitar recordar el final de ‘TÁR’ (Todd Field, 2022), ya que comparte ese toque de ridiculez y la sensación de ser el peor desenlace posible, no porque lo sea necesariamente en la realidad, sino porque representa la peor opción para los personajes y, en este caso, para una institución como la Iglesia Católica. Lo que el público interprete del final dirá más de ellos mismos que de la película.
Calificación:
‘Cónclave‘ tuvo su preestreno el pasado 1 de enero en cines selectos de México, cortesía de Diamond Films México.