‘Un Dolor Real’: De (re)encuentros y (des)encuentros
Se dice que el trauma se hereda, ya sea por circunstancias sociales, psicológicas o incluso biológicas. En el caso del judaísmo, cuyos adeptos han soportado tragedias desde tiempos inmemorables, esto tiene sentido ya que muchos de sus ritos tratan sobre el sufrimiento de la comunidad. Y no solo eso, su humor también refleja mucho de las tragedias de las que han sido víctimas a lo largo de los años.
Recuerdo un episodio de la sitcom ‘Broad City‘ (2014-2019) donde las protagonistas, un par de amigas, están en un avión rumbo a Israel para experimentar su Birthright trip (un viaje gratuito de 10 días a Israel para jóvenes judíos adultos. Los viajes están patrocinados por la Birthright Israel Foundation). Debido a la violencia en la región derivada por la ocupación israelí, el episodio que tenían planeado grabar en Israel nunca fue realizado. Yo, sin embargo, me pregunto: ¿Qué conexión tienen los descendientes estadounidenses de los sobrevivientes del Holocausto con Israel? ¿No tiene más sentido visitar los lugares de los que fueron expulsados?
En el caso de ‘Un Dolor Real‘, escrita, dirigida y protagonizada por Jesse Eisenberg, a raíz del fallecimiento de la abuela Dory, sobreviviente del Holocausto, los primos hermanos David Kaplan (Jesse Eisenberg) y Benji Kaplan (Kieran Culkin), emprenden un viaje a Polonia, el lugar de nacimiento y expulsión de su abuela. David es una persona seria y madura; tiene una familia que ama y un trabajo estable vendiendo espacios publicitarios en sitios de internet. Por su parte, Benji, se encuentra estancado y particularmente afectado por el fallecimiento de su abuela, quien parecía darle el último resquicio de una cotidianidad que terminó con su muerte. Con el dinero que ella les dejó para conocer su país de origen, David decide tomarse una semana de vacaciones para acompañar a su primo en ese viaje.
Así, los primos Kaplan, de personalidades diametralmente diferentes, se unirán a un pequeño grupo de personas con interés en y conexiones con la cultura, historia y vivencias judías para participar juntos en un viaje inolvidable (o al menos uno en el que los primos Kaplan serán difíciles de olvidar). Con una fotografía que realza un guion impulsado principalmente por las interacciones entre los personajes, ‘Un Dolor Real‘ presenta la historia de un desencuentro divertidamente devastador.
El guion es la fortaleza más grande de esta película, muy en línea con el humor judío-americano de serie como ‘Seinfeld‘ o ‘Broad City‘, que llegan a burlarse de uno mismo, de los demás y de las tragedias respectivas que han enfrentado. En sus escasos 90 minutos de duración, la película siempre entrega buenos chistes y a veces hasta retoma setups anteriores para dar dobles remates. Pero a veces, detrás de esos chistes, hay una tristeza o un reclamo palpable; para algunos será pasivo-agresividad; para otros, una normalidad propia de la cotidianidad familiar.

Ese tipo de convivencia no es gratuita, pues hay un conflicto palpable que surge cuando los primos, que crecieron casi como hermanos, se juntan y es claro que las circunstancias de la vida han cambiado. Quizá la abuela Dory les dejó ese dinero específicamente a ellos dos para que David se reencontrara con Benji y este no se sintiera solo ante su ausencia. Sin embargo, hay ocasiones en las que te reencuentras con una persona que fue muy importante para ti en un momento, pero que, por diversas razones, se ha alejado, solo para confirmar que ya no son las mismas personas ni comparten la misma relación.
Entiendo que haya controversia por la nominación de Kieran Culkin como actor de reparto, pues la preeminencia de su actuación es notoria por el tipo de personaje que interpreta. Culkin interpreta a un personaje que no tiene pelos en la lengua, excesivamente franco y muchas veces carente de tacto. Pero, como dice Benji a David en un momento, lo que él busca es sacar esos sentimientos–que sabe que están allí–desde lo más profundo de su primo. Y eso es lo que Culkin logra con Eisenberg, que su actuación dé pie al surgimiento de momentos sentimentales arrasadores.
La película cuenta con una fotografía y una composición que demuestra la belleza en la simetría de la arquitectura soviética de Polonia. Además, el lente de la cámara de Eisenberg sabe enfocar esos detalles para sumarle dirección a la (aparente) simpleza del guion. Eisenberg confía tanto en su guion que tomó la atinada decisión de que la mayoría de la película no cuente con música, por lo que en las ocasiones en las que las composiciones del compositor romántico polaco Frédéric Chopin aparecen, son para complementar tomas de exposición.

‘Un Dolor Real‘ es una película satisfactoria dentro de su insatisfacción. A veces, emprendemos viajes buscando reconectar y resolver problemas que hemos estado arrastrando. Pero puede suceder que, tras lo que esperamos sean eventos restaurativos, volvamos a la realidad solo para darnos cuenta de que seguimos en el mismo lugar y con la misma gente (diría Maná). Pero al menos ya sabemos por dónde no es.
Calificación: 



‘Un Dolor Real‘ tuvo su estreno en el Festival de Cine de Sundance 2024. La película llegará a los cines en México el próximo 6 de febrero, cortesía de Century Studios Latinoamérica.