‘Sex Education’ T4 Review – Hablando, la gente se entiende.
No es ningún secreto que “Sex Education” se ha convertido en una de las series más destacadas en el catálogo de Netflix. Desde su primera temporada, ha demostrado una sensibilidad y aprecio por la experiencia adolescente en un mundo que gradualmente ha abrazado la diversidad sexual que hoy conocemos. Con un elenco joven y relativamente desconocido para el público fuera del Reino Unido, la serie logró cautivar tanto a jóvenes como a adultos, ofreciendo un drama adolescente que se aleja de los clichés de drogas y alcohol para centrarse en las preocupaciones, inseguridades y miedos de un grupo de jóvenes en lo que respecta a su sexualidad y apariencia en el presente.
Después de una segunda temporada que algunos encontraron problemática, seguida por un regreso triunfal en su tercera entrega, llega el momento de despedirnos de nuestro queridos personajes de la secundaria Moordale. Sin embargo, ¿lo hace de la manera correcta? Para descubrirlo, los invito a continuar leyendo. La serie es creada por la dramaturga y guionista inglesa Laurie Nunn y cuenta con un elenco estelar encabezado por Gillian Anderson, Asa Butterfield, Emma Mackey, Ncuti Gatwa, Connor Swindells y Kedar Williams-Stirling.
Parte del viaje es el final…
La cuarta temporada inicia con el primer día de Otis y Eric en Cavendish. Tras el cierre del instituto Moordale y con Maeve en Estados Unidos y Eric libre como un colibrí, ambos se enfrentan a un nuevo reto: montar la nueva clínica y evitar ser los raros otra vez. Pero el ambiente en Cavendish es todo un choque cultural para los alumnos que se mantenían en Moordale (Aimee, Jackson, Ruby, Cal y Viv). Ellos se creían muy modernos, pero este instituto está a otro nivel: hacen yoga todos los días en el jardín comunitario, se enfocan en la sostenibilidad y hay un grupo de chicos que son populares por ser… ¡amables!
Viajemos brevemente al 17 de septiembre de 2021. Es de noche, estás acostado/a en tu sala o cama y acabas de terminar de ver la tercera temporada. Otis y Maeve aceptan su amor, y Maeve toma la oportunidad de su vida y se va a América, dejando a Otis, y ambos prometen tener una relación a distancia sana y no tóxica. Es seguro que 8 de cada 10 personas se hayan imaginado un desenlace malo, y 2 de cada 10 algo bueno para ambos. Bueno, ese es solo el eje dramático para ambos personajes a lo largo de la temporada. Mientras lidia con el miedo al “abandono,” Otis lucha por establecerse en Cavendish y ganar terreno en contra de la terapeuta del plantel.
Debo decir que el programa se esfuerza demasiado en darle demasiados problemas a la vez a Otis, lo que en ocasiones hace que su arco se sienta sobrecargado, lo que provoca que recurran a soluciones rápidas que, si bien no están mal, dejan mucho que desear. Por su parte, Maeve, simultáneamente a los problemas de Otis, lucha contra las inseguridades, exigencias y miedos de estar en otro país y tratar de cambiar el rumbo de su vida. Esto ocurre durante la primera parte del show. En la segunda parte, Maeve se ve más involucrada en un suceso que le ocurre en América, el cual se desenvuelve de manera muy interesante y tiene su gran clímax en una conmovedora conversación en los episodios finales con un personaje que está lejos de ella.
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Del otro lado de la moneda y cercano a nuestros dos protagonistas están Aimee y Eric. En cuanto a Aimee, la encontramos en el proceso de dejar atrás los problemas que la aquejaban la temporada pasada y siendo recibida en Cavendish por el gran villano de la temporada pasada, Isaac. Entre una vibra de rencor y buena onda, ambos formarán una extraña amistad que tendrá sus altibajos y pondrá en jaque a Maeve debido a su pasado con Isaac. Por su parte, Eric es quizás el tercer personaje que tiene un arco tan interesante como nuestros protagonistas (solo por debajo de la gran Gillian Anderson como Jean Milburn y de Connor Swindells como Adam). Sin entrar en mayores detalles, solo diré que encuentra su lugar seguro y explora su liberación.
Aquí es donde viene lo que no es tan bueno de esta temporada. Si ya hablamos de Otis, Maeve, Aimee y Eric como los cuatro jinetes, con mejor caballo, debo decir que Jackson y Viv me dejan un poco insatisfecho. Sus arcos son interesantes y la forma en que los abordan se siente realista. El problema para mí radica en el tiempo en pantalla. Me atrevo a decir que ambos aparecen en todos los episodios, pero muchas veces, la gran carga dramática de sus historias ocurre fuera de cuadro y sus resoluciones son satisfactorias, pero se sienten incompletas. En particular, lo de Viv, ya que ella experimenta un tipo de relación muy común hoy en día y que no debería existir. En cuanto a Ruby, tengo opiniones encontradas (quizás no sea el único una vez que se estrene).
Ruby solo tiene un propósito real esta temporada, que es avanzar la trama. Si bien en ese proceso conocemos más del contexto de por qué se convirtió en lo que es, su único propósito es generar problemas y resolver problemas. En el final, se nota un esfuerzo por parte de la sala de guionistas para darle LA ESCENA, para que no haya quejas. Hay algo que también vale la pena mencionar, pero solo se comenta brevemente, y la evolución detrás de eso no existe. Este es uno de los dos principales problemas de la serie en esta temporada: generar subtramas interesantes pero no darles una evolución adecuada. El otro problema es la introducción de nuevos personajes en una temporada final.
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Además de las incorporaciones estelares de Dan Levy como el profesor de Maeve en Estados Unidos y de Jodie Turner-Smith como TBA (su aparición vale la pena, sin dar detalles para evitar spoilers), tenemos a la hermana de Jean (Lisa McGrillis). Un personaje que desde su primer minuto en pantalla intensifica la relación de Otis y Jean y que, a medida que avanza la temporada, revela su pasado. Lamentablemente, para nosotros, los espectadores, solo tiene una función, que es la misma que la de Ruby, avanzar la trama de Jean. Gracias a ella, Jean acepta un problema médico y conocemos la identidad del padre de su hija. Sin entrar en detalles que puedan ser spoilers.
Esta temporada también introduce a 4 nuevos estudiantes, que desempeñan el mismo papel, pero en función de Otis y Eric. Aunque en temporadas pasadas me había gustado cómo se les había dado tiempo y espacio a múltiples personajes, esta temporada, debido a ser la última y la necesidad de cerrar todas las tramas a cualquier costo, no fue de mi agrado. Sin embargo, aún así, hay aspectos muy rescatables, desde la visibilidad trans hasta los problemas de la primaria y las elecciones injustas.
Para terminar, me gustaría hablar de quizás los dos mejores arcos de las cuatro temporadas. En primer lugar, como ya hemos analizado, el gran Jean Milburn. Esta temporada la vemos enfrentar la depresión posparto, un tema que en algunos lugares del mundo aún es tabú, y la manera en que la serie lo aborda es realista y coherente. Si ya teníamos a una Jean sensible y preocupada por el futuro con su hija desde la temporada pasada, en esta temporada lo vemos aún más, con las consecuencias en su relación con Otis, en su nuevo trabajo e incluso con la llegada de su hermana, lo que hace que la exploración de su personaje y su desenlace sean muy satisfactorios de ver.
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El otro sería Adam y su papá. El arco de Adam a lo largo de las cuatro temporadas ha sido completo. En la primera temporada, es una exploración interna; en la segunda temporada, es una con su círculo social; la tercera es una con su madre; y la cuarta es con su padre. Tenemos a un Adam más metódico, vulnerable y con mucho miedo a fallar, y gracias a un caballo y a un nuevo personaje, Adam termina pasando la batuta de su adolescencia hacia la adultez. Y si hay una palabra que define esta temporada sería conversaciones.
Admito que al principio de la serie, me resultaba frustrante ver cómo muchos de los problemas tenían soluciones muy sencillas, pero los personajes se esforzaban en no hablar. En esta temporada, tenemos a los personajes hablando y mucho. Es alentador ya no sentir que la trama se estanca por la falta de comunicación. Hay dos conversaciones que destaco mucho: una es de Otis a Maeve y la otra es de Maeve con alguien muy especial. Por último, agradezco a todos los involucrados por no hacer más temporadas y cerrar la serie en el momento adecuado.
Si bien no es la temporada más acertada (quizás la tercera siga siendo la mejor), Sex Education termina de manera coherente y con un final que sacará una sonrisa a todos. No porque sea el más feliz o el más triste, sino porque es el más adecuado para lo que se planteó desde el principio y todas las acciones que nuestro gran protagonista realizó a lo largo de las cuatro temporadas.
Calificación final:
Sex Education llega mañana a Netflix.