‘El Exorcista: Creyentes’ Review – Un Terror Competente que Desafía su Legado
Han pasado casi 50 años desde que William Friedkin y William Peter Blatty nos entregaron ‘El Exorcista‘, considerada una de las mejores películas que el mundo ha tenido el privilegio de presenciar. Desde entonces, Hollywood ha insistido en crear una franquicia en torno a la obra maestra de Friedkin, dando luz verde a dos secuelas (1977 y 1990), dos precuelas (2004 y 2005), y una serie de televisión (2006), todas sin éxito alguno. Ahora, Blumhouse, la famosa casa productora de terror, y Universal se embarcan en un proyecto de tres películas con una inversión millonaria, en un intento por alcanzar el éxito que estudios y creativos anteriores no lograron.
‘El Exorcista: Creyentes‘ está dirigida por David Gordon Green y cuenta con un guion coescrito por él mismo junto a Peter Sattler, basado en una historia que desarrollaron en colaboración con Scott Teems y Danny McBride. El elenco principal incluye a Ellen Burstyn, Linda Blair, Leslie Odom Jr., Ann Dowd, Nedim Jahić y Tracey Graves. Los productores de la película son Jason Blum, David C. Robinson y James G. Robinson.
El peso del legado
Al adentrarme en ‘El Exorcista: Creyentes‘, experimenté una gama de emociones que oscilaban entre la anticipación y el escepticismo, dadas las grandes expectativas que tenía que cumplir como secuela del legendario clásico de William Friedkin. Desde los primeros minutos, la película logró capturar mi atención con una narrativa intrigante y una dirección que, aunque no impecable, demostraba una habilidad palpable para crear una atmósfera densa y ominosa. La primera mitad de la película, en particular, se destacó por su capacidad para construir el suspenso gradualmente, manteniéndome al borde de mi asiento mientras los eventos se desarrollaban lentamente pero de manera inquietante. Eso es algo en lo que David Gordon Green (‘Halloween’) suele destacarse: generar expectativas en el espectador.
El punto álgido de la película, sin duda, fue la sesión de exorcismo. Aunque algunas personas podrían argumentar que no alcanzó las mismas alturas emocionales y psicológicas que su contraparte en ‘El Exorcista‘ (con lo cual estoy de acuerdo), no puedo evitar apreciar el esfuerzo y la competencia detrás de la escena. La actuación de Lidya Jewett y Olivia O’Neill como las niñas poseídas fue, sin lugar a dudas, uno de los aspectos más impactantes de la película. Su habilidad para encarnar la pura maldad y el tormento, complementada por un maquillaje realmente aterrador, contribuyó significativamente a la experiencia y me dejó con una sensación persistente de inquietud.
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La música de David Wingo se destaca como un componente crucial de la película. Aunque en ocasiones abusó del tema clásico de ‘El Exorcista‘, las notas originales tenían un valor propio, lo que añadió un mayor significado a los momentos de desesperación en el personaje de Leslie Odom Jr. Algo que aprecio verdaderamente en ‘El Exorcista: Creyentes‘ es su capacidad para existir por sí misma, independientemente de la sombra de ‘El Exorcista‘. Permíteme explicarme. Aunque, por supuesto, la comparación es inevitable, la película logra trazar su propio camino, ofreciendo una historia de posesión y exorcismo que, aunque no redefine el género, ciertamente se mantiene sólida por derecho propio.
La trampa en la que a menudo caen las secuelas es intentar replicar exactamente lo que hizo que la película original fuera tan especial, pero aquí, se siente como si el equipo creativo estuviera dispuesto a tomar riesgos y explorar nuevas direcciones. Sin embargo, este enfoque también es su mayor pecado. Si hubieran decidido crear una película independiente dentro del subgénero, sin la sombra del clásico de William Friedkin detrás, habría funcionado aún mejor, ya que se habrían evitado las comparaciones y las críticas de quienes consideran intocable un clásico.
El hecho de incluir personajes como el de Chris MacNeil con la única finalidad de atraer a un público más amplio y generar expectación resulta decepcionante. Más aún si el papel de este personaje carece de peso dramático en la trama y podría haberse omitido fácilmente. En realidad, se asemeja bastante a la falta de respeto que se mostró en la reciente entrega de ‘La Masacre de Texas‘, donde se reviven a personajes icónicos solo para menospreciarlos. No comprendo cómo Ellen Burstyn aceptó un guion como este, especialmente cuando había rechazado participar en ocasiones anteriores.
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No obstante, reconozco que mi disfrute de la película también se vio influenciado por mis expectativas. Al no esperar que fuera una extensión perfecta de la obra maestra original, pude apreciar ‘El Exorcista: Creyentes‘ por lo que era: un sólido y bien ejecutado thriller de terror. La película no busca reinventar la rueda, pero tampoco se queda en la mediocridad. En cambio, ofrece una experiencia de horror genuino y visceral que, si bien no puede superar a su predecesora, ciertamente merece su lugar en la conversación sobre secuelas decentes en el género del terror.
En última instancia, ‘El Exorcista: Creyentes‘ funciona como un recordatorio de que las películas de terror aún pueden ofrecer momentos auténticamente espeluznantes, incluso en un paisaje cinematográfico saturado de fórmulas repetidas y clichés gastados. Es un paso valiente y competente en la dirección correcta, mostrando que el género del horror todavía tiene vida y puede sorprender, incluso en su familiaridad.
Calificación final: 
1/2
El Exorcista: Creyentes aún se encuentra disponible en cines de casí todo México.
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