‘Megalodón 2: El Gran Abismo’ Review – Una secuela inteligente, pero poco efectiva
Luego del sorprendente éxito de Megalodón en agosto de 2018, se confirmó una secuela tras solo 2 meses en cines y tras una pandemia, mil retrasos y la confirmación de los ovnis en la tierra, ha llegado a los cines de México y de varios países Megalodón 2: El Gran Abismo. Está secuela adapta la segunda novela de la serie de MEG, del novelista y escritor Steve Alten.
Megalodón 2: El Gran Abismo está dirigida por Ben Wheatley (Rebecca) y escrita por Dean Georgaris, Erich Hoeber y Jon Hoeber. Protagonizada por Jason Statham, Sienna Guillory, Cliff Curtis, Page Kennedy, Shuya Cai, Skyler Samuels, Sergio Peris-Mencheta, Wu Jing, Melissanthi Mahut y Whoopie Van Raam. Belle Avery y Lorenzo Di Bonaventura son los productores, con Harry Gregson-Williams en la banda sonora y Haris Zambarloukos detrás de la cámara.
Desequilibrada
Megalodón 2: El Gran Abismo empieza con un pequeño prólogo de menos de 2 minutos y quiza de 1 a 2 millones de dólares invertidos en él, en el que vemos como un megalodón se come a un dinosaurio, que se estaba comiendo a un cocodrilo y que si somos sinceros, pudo no haber estado en el corte y la película seguiría igual (Otra prueba de que para gastar dinero, la gente detrás de esta franquicia se pinta sola). Esta escena me hizo recordar, una escena del clímax de ‘65‘ de Scott Beck y Bryan Woods, otra película que abraza por completo el espíritu del cine de clase B.
Tras el prólogo, la película nos muestra una escena genérica de acción y espionaje, que va desde hablar con un loro, ver a Statham patear traseros, aventarse de un navío al mar y ser recogido por una bola pegada al avión, que para efectos prácticos la llamaremos “balsa”. Y si, tal como el prólogo, esto no se desarrolla del todo bien y termina con guionazos al puro estilo de cualquier película de superhéroes hoy en día. Tras esas dos escenas, la película empieza a tambalearse entre ser thriller ecológico sobre la sobre explotación del mar (Cof… Cof… Avatar 2) y una comedia sobre dos amigos tratando de criar a una adolescente, en medio de una guerra contra tiburones.
Si soy un poco sincero, la comedia de dos amigos tratando de criar a una adolescente, en medio de una guerra contra tiburones, se hace presente durante toda la película y es un chiste-desarrollo que funciona, a pesar de que no lo profundizan mucho y todo termina llegando a puertos de la acción. Algo muy triste y que es spoiler… Es que para esta secuela decidieron prescindir de Li Bingbing y darle el protagonismo al hermano de su personaje, interpretado por la estrella del cine chino, Wu Jing. No es tan mala decisión, ya que literalmente solo cambiaron de roles. El personaje de Statham ahora funge como el de Li Bingbing en la primera y el de Wu Jing es el valiente temerario.
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Es probable que los primeros 30 minutos, surja esa pregunta que en cada secuela de un éxito financiero sale a la luz del día, ¿Es más grande que la anterior? La respuesta corta es sí, aunque con sus restricciones. Al principio de la película nos enteramos brevemente que es lo que paso, en esos 5 años desde la primera y como la palabra cautiverio, tiene relevancia para la parte final y es que tener a un dinosaurio, tres megalodones y cocodrilos-dinosaurios, ¿Es barato?
Tras toda la paja-desarrollo de los primeros 20-25 minutos, vemos como en Maná 1, harán su exploración no. 27 (Si no mal recuerdo) y la cosa sale mal, cuando nos enteramos de que Meiying se infiltró en el submarino y los acompañara en la misión. La misión sale mal, cuando se topan a un megalodón, por lo que desvían su trayecto y se adentran en lo desconocido. Todas estas escenas bajo el agua en años anteriores a ‘Avatar: The Way Of Water‘ juraría que serían geniales, pero aparte de que no se ve nada, no está ni cerca de ser impresionante.
Luego nos topamos ante los segundos 30 minutos más interesantes de la película (Aunque vuelvo a recalcar, que para la comunidad que batalla con su vista, será un infierno). Tal cual como en la primera, se quedan varados en el fondo, pero ya con la nueva tecnología que tienen, usan una especie de trajes muy similares a los de ‘Elysium‘ de Neil Blomkamp y caminan en la superficie. Para sorpresa de nadie, pasa lo que tenía que pasar y nuestros protagonistas llegan de milagro a una base, de la competencia. En esta parte, la película alterna entre lo que pasa bajo el agua y la conspiración que pasa en Maná 1, ¿Funciona? Sí, aunque solo de abajo. Lo de arriba es aburrido y predecible.
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Por azares del destino y cosas que evidentemente no voy a narrar, para que los lectores de este texto se lleguen a sorprender en el cine, llegan a la superficie y se enteran lo que pasa en Maná 1. Hacen un plan y en cuestión de minutos, lo llevan a cabo y sale exitoso, ¿La sorpresa? Bueno, volvió a pasar lo mismo que en la primera película y tres megalodones están libres y se dirigen a una isla cercana. A partir de aquí la película es oficialmente, lo que te vendían en el tráiler y lo que el público pedía… Muerte, sangre y mucha acción.
Al llegar a la lista, hace un cameo la perrita de la primera película, junto a sus dueños y el caos se desata. Es aquí cuando la comedia se vuelve más recurrente, es en estos momentos donde Jason Statham brilla en lo que mejor sabe hacer y es muy entretenida. Debo decir que el CGI de esta parte es bastante aceptable, la manera en que Ben Wheatley filma la acción hace que te llegues a meter en la acción y de alguna manera sientas que tú eres Jason Statham en una moto acuática, atacando a tres megalodones, mientras ves como tus amigos y tu hijastra combaten con un…
Ya para terminar solo quiero agradecer que le siguieran respetando su personaje a Shuya Sophia Cai, quien desde la primera película le aportaba esa chispa y carisma a la relación entre Jonas y Jiuming. Chispa que no veía desde Abby Ryder Fortson en Ant-Man 1 y 2. Ojalá toda la película hubiera sido como los intensos y caóticos 25 minutos finales, pero sin duda hay ideas y cosas muy interesantes, para el futuro de la franquicia.
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Conclusión
Así que en pocas y sencillas palabras, la secuela de Megalodón es una temblorosa, violenta y divertida ida al acuario con toda tu familia. Una película que si bien tiene la receta completa y los ingredientes correctos, para hacer la cena perfecta de fin de verano, se salta unos pasos y se olvida de mezclar correctamente las dos partes del platillo, dejando mucho que desear en los espectadores más comprometidos con el denominado cine verdadero. Si bien la primera parte de la película puede resultar pesada para 6 de cada 10 personas, es casi seguro que te sentirás compensado con la segunda parte y desearas que Warner Bros autorice una tercera y quizá parte final de esta franquicia.
Calificación final: 
1/2
Megalodón 2: El Gran Abismo ya está disponible en cines y Blue Beetle llega el 18 de Agosto.
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